Kim ha sido mi nombre online durante más de una década. Antes de eso, fue uno de mis apodos favoritos. Mi madre solía inventar todo tipo de motes para mí: algunos me gustaban mucho, otros los odiaba, y ahora que ella ya no está y no los he vuelto a oír, los echo todos de menos.
Man Around Puzzles, de Renjith Krishnan http://www.freedigitalphotos.net |
Mi nombre real, el que figura en los documentos, es relativamente común en Italia, donde nací y viví la primera mitad de mi vida, pero aquí suena francamente raro. No es impronunciable, pero es uno de esos nombres que hacen que la gente me mire con suspicacia y me diga: tú no eres de aquí, ¿verdad? Nunca me ha entusiasmado, pero con el tiempo he acabado por cogerle manía: con cierta frecuencia la gente lo escribe mal, lo pronuncia mal, lo confunde con nombres más castizos que suenan de forma parecida y me toca rectificar, corregir, explicar.
Por esta y otras razones, cuando empecé a cogerle el gusto a internet, a participar en foros y a escribir opiniones, decidí prescindir de mi nombre verdadero y buscarme un nick. Quería que fuera el mismo para no tener que apuntarlo, que fuera fácil de recordar y que me permitiera encariñarme con él para no tener que cambiarlo. No recuerdo cómo se me ocurrió, ni siquiera recuerdo si yo elegí ser Kim o Kim me eligió a mí. Pero, como se suele decir, el resto es historia.
Desde hace muchos años, en la red soy Kim, desde hace muchos años ha dejado de ser un nick para convertirse en un tatuaje: lo llevo grabado, está unido a mí, pero solo es apariencia, una maniobra de distracción, debajo sigo estando yo.Cuando no estoy delante del ordenador, vuelvo a ser yo. Nadie de mi entorno me llama Kim, se dirigen a mí por mi nombre de pila. Pero hay que decir que la manía de dar apodos se ha convertido en una especie de tradicion familiar que perdura en el tiempo: mi marido y mis hijos ya cuentan con varios.
Volviendo al tema que nos ocupa, cuando decidí crear un blog (todavía no sé por qué he decidido crearlo, supongo para organizar los pensamientos que se entremezclan en mi mente, o por ese extraño exhibicionismo virtual que nos hace desnudar nuestra alma ante un público imaginario) no tuve duda en cuanto al nombre.
Así que aquí estamos, este es mi mundo, y espero que os encontréis a gusto en él.
Toc, toc, ¿se puede?
ResponderEliminarPasaba por aquí y al verte, entré a saludar. Me alegro de que te hayas hecho bloguera.
Por supuesto que se puede ;-).
ResponderEliminarPues sí, me he hecho bloguera y además seguidora "oficial" tuya (antes solo te seguía en la sombra, jajaja).
Bienvenida al mundo del blogueo.
ResponderEliminarMe has dejado más que intrigada con tu nombre.
Espero seguirte a menudo, porque sea cual sea tu nombre, la persona que hay debajo merece la pena.
Así que, si lo permites, yo también llamo a tu puerta.
Besitos!
Por mi parte, encantada de formar parte del mundo del blogueo, por lo que veo estoy en buena compañía. Besos.
ResponderEliminarHola Kim, me alegra leerte, ya sabes que me gusta cómo escribes. Yo estoy dándole vueltas a la idea de un blog propio, pero aún no he decidido el tema, de qué voy a hablar. Solo es una idea que me ronda. Me ha dado alegría ver que tú ya lo has hecho. Un abrazo. (por cierto, muy de acuerdo en lo del olor de la felicidad...)
ResponderEliminarPor cierto, soy Sashka, de DSLL
ResponderEliminarAnda, hola Mª Carmen (o Sashka), que nos encontramos todas aquí... Si te animas con un blog, no olvides darme la dirección, que también tengo ganas de leerte.
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